El mercurio constituye un problema medioambiental global. Este hecho está bien documentado y generalmente aceptado. La magnitud del problema del mercurio se ha analizado, discutido y reconocido a nivel global en el Consejo de Administración del PNUMA y en otros importantes foros internacionales y regionales. Ya se han tomado algunas medidas para reducir el suministro, la demanda y las emisiones. Pero todavía hacen falta acciones adicionales a nivel global.